– Salitre, carbón y azufre.
– ¿Pero vos decís que lo podemos
conseguir así nomás?
– Convendría hacerlo
por separado, por las dudas. Pero sí, en cualquier negocio del ramo
te lo venden a granel. Acá no, claro, estoy hablando de Buenos
Aires.
– ¿Y después cómo
preparamos los petardos, las cañitas y los rompe-portones?
– Tengo un amigo que
tiene un doctorado en la materia. Pero eso después. Ahora vamos a
entrar en la fase de la producción. ¡Ah! Y me reservo el nombre
para la más grande, única y potente bomba de estruendo del Neuquén:
La Gran Pichi.